martes, 2 de octubre de 2018

En el sur del alma

Se te helarán los labios
los disfrutes y la vida.

Todo está listo
no lo harás en vano
-Mario Benedetti


No lo harás en vano
     En tu cuerpo puede que emerjan cicatrices de caminos incorrectos, senderos confusión, destinos cruzados. Puede que te equivoques y no te des cuenta hasta verte acribillado. Estarás bañado en sangre. El sudor evaporado te anunciará que el oscuro porvenir no promete tu ambición. Los pies llagados pedirán clemencia. Los puños gastados aclamarán más lucha. Y entonces..¿Pelear por lo que no se quiere o abandonar lo que has conseguido? Por si acaso te equivocas, al final del trayecto surgen nuevos caminos. Por si acaso te equivocas, aún te queda el sur del alma. Aunque te queda esa trinchera de sosiego, aún te queda el inframundo del renacer. En el sur del alma viven todas tus pasiones, todo tu coraje, toda tu fuerza. En el sur del alma guardas todo el peso de los espíritus caídos.

    La vida nace en el grito, en la explosión de una campana retumbante, en el eco de los sueños. La vida nace cuando ese pequeño brote de pasión exhala y corre y patalea. Cuando el delirio se torna cordura y los tiernos arrebatos se vuelven revolución. Cuando el tiempo se transforma en espacio, cuando el aceite entre dos cuerpos resbala, cuando las manos manchadas de tinta y pintura observan su labor, cuando las notas de un saxo corren por el aire y las baquetas retumban los platillos y los bombos. La vida nace en cada corazón bomba. En cada canto con letras napalm. En cada manifestación y en cada clase. En los pizarrones repletos de significado y en los alumnos repletos de metamorfosis. La vida nace en la palabra.

     En el sur del alma todo vuelve y se regenera.
     La vida nace en el grito.
     La vida nace en la palabra.
     La vida nace en el sur del alma.
     




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Quiero llevarte al cielo en los brazos de un Agosto sin prisa, quiero sentir la brisa robarle al sol la sonrisa como lo hacía el abuelo...