Nostalgias imperiales
De las pasiones de ayer
De las caricias en furia
De los besos del viento
Te extraño, amada mía;
Mi espíritu está en ayunas
Hace mucho que no ruge
Hace mucho que está hambriento.
Su estómago vacío
Aclama una marcha que alimente,
Sudor que hidrate
Y unos pies cansados
De tanto gritar
Te extraño, amada mía;
Tus silencios
Y las cuentas regresivas
Los cantos
Y nuestra vida nocturna.
¡Vuelve a cantarme al oído!
¡Vuelve para explotar contigo!
¡Vuelve, que nos matan!
¡Vuelve, que la historia se repite
¡Vuelve, que nos matan!
¡Vuelve, que la historia se repite
Te extraño, amada mía.
Te extraño, Revolución.
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